TEMA VI: TRANSPORTE DE SEDIMENTOS
Objetivo:
Cuantificar el gasto sólido en un cauce en sus diferentes formas.
El cálculo
de la pérdida de suelo a partir de la medida del movimiento de los sedimentos
en las corrientes y los ríos tropieza con varios problemas. La realización de
las mediciones lleva tiempo y resulta cara; su precisión puede ser baja;
incluso si se dispone de datos correctos sobre el movimiento de una corriente
no se sabe de dónde procede el suelo y cuándo se produjo el movimiento.
El
movimiento de los sedimentos en las corrientes y ríos presenta dos formas. Los
sedimentos en suspensión están constituidos por las
partículas más finas mantenidas en suspensión por los remolinos de la
corriente y sólo se asientan cuando la velocidad de la corriente disminuye, o
cuando el lecho se hace más liso o la corriente descarga en un pozo o lago. Las
partículas sólidas de mayor tamaño son arrastradas a lo largo del lecho de la
corriente y se designan con el nombre de arrastre de fondo.
Existe un
tipo intermedio de movimiento en el que las partículas se mueven aguas abajo
dando rebotes o saltos, a veces tocando el fondo y a veces avanzando en
suspensión hasta que vuelven a caer al fondo. A este movimiento se le denomina
saltación y es una parte muy importante del proceso de transporte por el
viento; en la corriente líquida la altura de los saltos es tan reducida que no
se distinguen realmente del arrastre de fondo.
FIGURA 1 -
Velocidad, concentración de los sedimentos y descarga de sedimentos en las
corrientes
VELOCIDAD
CONCENTRACIÓN DE SEDIMENTOS
DESCARGA DE SEDIMENTOS
Existen
varias causas posibles de error cuando se intenta de establecer una relación
entre la cantidad del sedimento medido en las corrientes y la extensión de la
erosión dentro de la cuenca hidrográfica.
En primer lugar, pueden existir cantidades importantes del material
erosionado que no contribuyen al sedimento en la corriente debido a que se
deposita antes de que llegue a ellas. La proporción de sedimento que llega a la
corriente en comparación con el movimiento bruto de los sedimentos dentro de la
cuenca se denomina relación de distribución.
Una segunda
causa posible de error es el factor tiempo. En una cuenca mayor el sedimento
puede erosionarse y depositarse y sucesivamente volverse a erosionar y volverse
a depositar cierto número de veces antes de que el sedimento llegue a la
corriente. Una muestra de este sedimento podría incluir material erosionado en
su origen varios años antes.
La tercera
dificultad radica en que el sedimento de la corriente incluye materiales que
proceden de diferentes fuentes con relaciones de distribución muy distintas. El
sedimento procedente del derrumbe de las orillas de las zanjas o de las riberas
de los ríos pasa inmediatamente al caudal de la corriente, mientras que la
pérdida de suelo de una pequeña superficie cultivada y dentro de una cuenca en
la que predominan los bosques podría tener tasas de erosión local elevadas,
pero contribuir poco a la carga total de sedimentos.
Toma
continua de muestras
Los modelos
de caudales que aumentan y disminuyen y las variaciones de la concentración de sedimentos
en diferentes caudales, pueden en cierta medida preverse a partir de
observaciones; pero los muestreadores automáticos más perfeccionados no pueden
predecir lo que va a suceder a continuación. Un muestreador por bombeo
automático puede actuar exactamente como está programado y tomar la serie de
muestras necesaria cuando el caudal aumenta y disminuye; si en ese momento se
produce una violenta tempestad en la cuenca hidrográfica que origina un caudal
aún mayor, no podrán tomarse muestras porque los recipientes ya están llenos.
La única forma de evitar que esto suceda consiste en disponer de un sistema de
medición continua de las concentraciones de sedimentos, para lo que existen dos
métodos.
Cálculo del arrastre de fondo
Mediciones directas
Muestreador
Trazadores radioactivos
Estimación empírica
Muestreador
Trazadores radioactivos
Estimación empírica
Mediciones directas
La forma más
sencilla de calcular el arrastre de fondo consiste en cavar un agujero en el
lecho de la corriente como en la Figura 45 y en retirar y pesar el material que
cae en él. La cuenca aguas arriba de un vertedero o canal de aforo puede actuar
análogamente como una trampa de sedimentos, pero es posible que no se sepa si
se ha recogido todo el arrastre de fondo. En los lugares con grandes cargas de
arrastre, este procedimiento puede necesitar mucho tiempo y resultar engorroso.
Muestreador
El cálculo
del arrastre de fondo se puede efectuar a partir de muestras recogidas por un
dispositivo que está situado por debajo del lecho de la corriente durante un
tiempo determinado y que luego son extraídas para pesarlas. Se han utilizado
numerosos dispositivos y su variedad demuestra la dificultad que existe para
tomar una muestra exacta y representativa.
Los problemas que plantean los
muestreadores del arrastre de fondo son:
·El muestreador perturba la
corriente y modifica las condiciones hidráulicas en su punto de entrada.
· El muestreador tiene que
descansar en el lecho de la corriente y tiende a hundirse en él al producirse
una socavación en torno suyo.
· Para mantenerse estable en el
fondo tiene que ser pesado, lo que dificulta su uso cuando se lo baja desde
puentes o desde torres construidas con ese fin.
· Un muestreador tiene que
reposar sobre un lecho razonablemente liso y no estar apoyado encima de piedras
o cantos rodados.
Trampa de arrastre de fondo
Muestreador de arrastre de fondo
La forma más sencilla es una cesta de alambre
con una aleta estabilizadora como se ilustra en la El material que toma este
modelo es reducido porque interfiere con la corriente y cierta cantidad de
materia cada vez mayor a medida que la cesta se llena, se desvía en torno al
muestreador. Esto se puede describir diciendo que la
contrapresión reduce la corriente en el muestreador, lo cual transmite una
imagen clara sin entrar a analizar la mecánica de la corriente fluida.
En varios
estudios se hace referencia al empleo de indicadores radioactivos para vigilar
el movimiento del arrastre de fondo. La técnica consiste en insertar en la
corriente un trazador radioactivo en una forma similar al arrastre de fondo, es
decir, que debe tener la misma forma, dimensión y peso que el sedimento
natural. El movimiento aguas abajo puede así vigilarse utilizando detectores
portátiles. Otra solución consiste en aplicar el trazador a la superficie de un
sedimento que se produce de manera natural, o incorporarlo a materias
artificiales que se pueden radioactivar por medio de irradiaciones (Tazioli
1981).
CUADRO 10 - Clasificación de Maddock
para calcular el arrastre de fondo (Maddock 1975)
Concentración
del sedimento en suspensión (partes por millón)
|
Material
del lecho del río
|
Textura de
los elementos en suspensión
|
Descarga
del arrastre de fondo expresada como % de la descarga de los sedimentos en
suspensión
|
menos de
1000
|
arena
|
similar al
lecho del río
|
25-150
|
menos de
1000
|
grava,
rocas, arcilla dura
|
bajo
contenido de arena
|
5-12
|
1000 -
7500
|
arena
|
similar al
lecho del río
|
10-35
|
1000-7500
|
grava,
rocas, arcilla dura
|
25% de
arena o menos
|
5-12
|
más de
7500
|
arena
|
similar al
lecho del río
|
5-15
|
más de
7500
|
grava,
rocas, arcilla dura
|
25% de
arena o menos
|
2-8
|
Estimación empírica
La
dificultad de obtener mediciones confiables del arrastre de fondo ha dado
motivo a algunos intentos de calcularlo a partir de parámetros más fácilmente
medibles; sin embargo, su uso no está difundido. Un método sencillo basado en
el conocimiento de la concentración de los sedimentos en suspensión, de la
textura de la materia en suspensión y de la materia del fondo se indica en el
Cuadro 10. Einstein (1950) elaboró un método complicado que posteriormente se
ha modificado y mejorado. Existen muchas otras fórmulas teóricas y su precisión
y confiabilidad son discutibles.
Estimación de la carga total
Un método
para evitar cálculos separados de la carga de suspensión y del arrastre de
fondo consiste en mezclar todo el sedimento en movimiento y tomar una única
muestra de la mezcla. Un canal de medición de la turbulencia es una estructura
construida ex profeso con obstrucciones en el lecho de la corriente para crear
la máxima turbulencia posible antes de que la corriente pase a través de un
vertedero donde se toman muestras. El mismo efecto se puede conseguir con un
muro de rocas en el lecho de la corriente o cuando el caudal pasa a través de
una apertura reducida como un puente o una alcantarilla. El material arrastrado
de mayor tamaño se asentará en el lecho rápidamente por lo que la muestra se
debe tomar sin demora con un recipiente que se llena con la mezcla.
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